El próximo día 18 de octubre, se cumple 107 años de la publicación por primera vez del relato corto “Alegrías y penas”, en este relato Secundino Delgado nos cuenta las alegrías de su vida familiar y la pena de ser raptado de su casa de Arafo.
El relato fue publicado, mientras Secundino sufría su cautiverio en la cárcel modelo de Madrid, en el periódico “El Obrero”, órgano de expresión de la Asociación Obrera de Canarias.
En una especie de presentación al relato, los editorialistas alaban la figura y los actos de Secundino, “En su trabajo Secundino se revela como es, muestra su corazón abierto á todos los buenos y nobles propósitos y nos presenta su cerebro abierto á todas las grandes y altruistas ideas.” Referencias como estas nos muestras que Secundino, lejos de lo que todavía defienden algunas personas, fue reconocido y dejó huella en sus contemporáneos, su personalidad y su trabajo no pasaron desapercibidos, al igual que no pasan para nosotros. “…porque los obreros no olvidan á Secundino Delgado, le recuerdan constantemente, le quieren, y allá, en su prisión, el idealista convencido y batallador valiente puede sentirse menos solo, menos aislado, menos triste, con la seguridad de que somos sus amigos, mejor dicho, sus hermanos.”
En cuanto al relato de Secundino, en principio nos muestra la situación de la sociedad que le tocó vivir y la ilusión por visitar a su familia en Arafo, después de una semana de trabajo. Para ir terminando con una situación de máxima felicidad en un amanecer espléndido alrededor de su familia “Un roce ténue, como el de una pluma me abrió los ojos. Era Lila que me besó y ahora, sentada en mi lecho, reía á carcajadas frescas y sonoras…”, para posteriormente pasar de esta dicha a un momento de extremadamente pena “Papá ahí están dos hombres disfrazados y con sombreros de tres picos preguntando por ti.” “Me encontré dos guardias civiles que arrebataron mi libertad…”.
Jorge Pulido Santana.
Asociación Secundino Centenario.
El relato fue publicado, mientras Secundino sufría su cautiverio en la cárcel modelo de Madrid, en el periódico “El Obrero”, órgano de expresión de la Asociación Obrera de Canarias.
En una especie de presentación al relato, los editorialistas alaban la figura y los actos de Secundino, “En su trabajo Secundino se revela como es, muestra su corazón abierto á todos los buenos y nobles propósitos y nos presenta su cerebro abierto á todas las grandes y altruistas ideas.” Referencias como estas nos muestras que Secundino, lejos de lo que todavía defienden algunas personas, fue reconocido y dejó huella en sus contemporáneos, su personalidad y su trabajo no pasaron desapercibidos, al igual que no pasan para nosotros. “…porque los obreros no olvidan á Secundino Delgado, le recuerdan constantemente, le quieren, y allá, en su prisión, el idealista convencido y batallador valiente puede sentirse menos solo, menos aislado, menos triste, con la seguridad de que somos sus amigos, mejor dicho, sus hermanos.”
En cuanto al relato de Secundino, en principio nos muestra la situación de la sociedad que le tocó vivir y la ilusión por visitar a su familia en Arafo, después de una semana de trabajo. Para ir terminando con una situación de máxima felicidad en un amanecer espléndido alrededor de su familia “Un roce ténue, como el de una pluma me abrió los ojos. Era Lila que me besó y ahora, sentada en mi lecho, reía á carcajadas frescas y sonoras…”, para posteriormente pasar de esta dicha a un momento de extremadamente pena “Papá ahí están dos hombres disfrazados y con sombreros de tres picos preguntando por ti.” “Me encontré dos guardias civiles que arrebataron mi libertad…”.
Jorge Pulido Santana.
Asociación Secundino Centenario.
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