A continuación reproducimos la intervención de Francisco Santiago, Alcalde de Telde, durante el homenaje tributado a Secundino Delgado el pasado domingo.
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Nuestro presente es consecuencia de nuestro pasado pero también antesala de nuestro futuro. Con estas palabras, Felix Casanova de Ayala, uno de nuestros poetas nacionales del siglo XX, retrataba, a mi entender a la perfección, el trayecto vital del pueblo canario, nuestro deambular por la historia milenaria que tenemos como comunidad humana diferenciada, pero también los anhelos que están alojados en el corazón y la razón de los canarios de pro.
Un año más nos convocamos aquí para rendir un sentido homenaje, un merecido reconocimiento, un testimonio de complicidad militante, a uno de esos canarios de pro, a un paisano, a un compatriota que supo leer en su época que el pasado, presente y futuro de esta tierra canaria nuestra merecía y merece otra lectura, otra actitud y otra dirección a su desarrollo como pueblo.
Todos los que estamos aquí hoy, sin excepción alguna, aún con nuestras diferencias, estamos aquí para reafirmar que la semilla sembrada hace un siglo por Secundino no cayó en tierra baldía y que sus brotes de conciencia no han dejado de multiplicarse.
El hecho mismo de que en esta edición haya aún más presencia que la anterior, que nacionalistas de todas las opciones y sensibilidades estemos unidos, no sólo es un logro y acierto de quien nos convoca; también es fruto de la inequívoca carga simbólica y referencial que este prócer canario despierta y que entre todos debemos aún socializar si cabe más.
Hay quien pensara que actos como estos no sirven, que encuentros como éste son como un simple terrón de azúcar que se diluye en el mar del pensamiento único que lo invade todo. Tal vez eso mismo le susurrarían muchas veces al oído al bueno de Secundino en su época y sin embargo hoy ya nadie duda que su semilla ha germinado en el seno de nuestro pueblo sin ni siquiera conocerse del todo su obra y su aportación, aunque sí haya prendido en el seno de nuestro pueblo su mismo sentimiento de canariedad.
Todos somos conscientes de lo que nos separa, pero tal vez haya llegado el momento de calibrar con mayor profundidad lo que nos une. Aprendamos de nuestro común adversario político, de quienes cierran filas y visten de razones de Estado muchos de sus temas. Tomemos conciencia de que, aunque los aquí presentes y representados, podamos estar en orillas distintas del mismo barranco y distinto sea la velocidad de nuestro paso, el destino en el horizonte es el mismo porque es el que nos marca el corazón y la razón. Si Secundino supo entenderlo así, ¿qué nos hace pensar un siglo después que nosotros no podamos tener la misma opción, la misma necesidad, la misma vocación?.
Empecemos a entender nuestra diversidad como una fortaleza y no como una fatídica atomización y división. Busquemos puntos de conexión aun cuando cada uno quiera marchar con su propio paso. Pensemos como un Estado aunque aún seamos sólo nación, porque ese es el mejor homenaje que le podríamos hacer a Secundino y a los muchos canarios que han sentido y sienten como él el objetivo y deseo de una Canarias nuestra, dueña de su destino, cómplice de las mejores causas de la humanidad.
Mi Agradecimiento a la Asociación Secundino Centenario por la labor que está realizando. Mostrar desde aquí a la misma el ofrecimiento de que esta ciudad milenaria de Tildet, Telde, sigue siendo la sede de este acto por muchos años y mi invitación a todos y todas, militantes honestos de todo el campo nacionalista canario, a seguir trabajando, cada uno desde su puesto, desde su trinchera, por la Canarias que sin duda todos queremos y deseamos, bregando por hacer que esa antesala que mencionaba al principio en palabras de Felix Casanova de Ayala, sea más digna, más justa y más libre porque es la que heredarán nuestros hijos e hijas.
Buenos días a todos y todas y gracias por su asistencia a este acto.
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