Artículo escrito por nuestro compañero Antonio Hernández Lobo, Presidente del Comité Local de Coalición Canaria en Telde
Un año más, nuestro parque urbano de San Gregorio, en la Ciudad de Telde, acoge este domingo cinco de octubre el acto de conmemoración del nacimiento del prócer canario Secundino Delgado Rodríguez, nacido en Añaza hace 143 años.
Este hermanamiento nacional canario con la ofrenda floral al padre del nacionalismo canario se convierte hoy en el acto donde los nacionalistas canarios se reúnen en torno a este busto del artista teldense Antonio Sánchez para rendir homenaje, no sólo a Secundino Delgado, sino también a las mujeres y a los hombres que han luchado y que luchan día a día por la construcción nacional de Canarias, sin que el color y la afiliación política se convierta en su leit motiv. Ciento cuarenta y dos años después de su nacimiento, los valores de Secundino se mantienen vivos, y la esperanza es la misma, y esto es lo que nos trae hoy a la ciudad de Telde.
Es cierto que la Canarias de hoy es muy diferente a la que vivió Secundino, incluso a principios del siglo XX, con un Estado que perseguía cualquier atisbo nacionalista, autodeterminista o incluso independentista. Pero hoy la situación es diferente, el Nacionalismo es un hecho palpable en nuestra realidad actual; la persecución física y criminal a la que estaba sometido Secundino se convierte en una persecución a los verdaderos condicionantes socioeconómicos y políticos de Canarias. Todavía hoy el Estado español se permite experimentar con esta tierra ansiosa de soluciones estructurales, y no coyunturales, a la deuda histórica que se tiene con esta tierra. Esto no es más que la consecuencia del total ninguneo al que hemos sido sometidos por el Estado que nos continúa “oprimiendo” con el más absoluto de los desprecios. Esto lo resume Secundino en “Mi Patria” cuando dice “¿Quién, que en las Afortunadas, por su fortuna, naciera, viéndolas pobres, diezmadas, de otro pueblo esclavizadas, su libertad no quisiera?”
El que lea este escrito esperando encontrar la varita mágica para que de una vez por todas se produzca la ansiada unidad del Nacionalismo, tendrá como única respuesta el mismo hecho nacional canario que nos rememora esta efemérides; el que emana muchas veces del desconocimiento de las verdaderas raíces de este hecho tan sumamente importante para nuestra tierra. El Nacionalismo es uno, es indivisible y su única división accidental viene dada por los personalismos de unos y de otros, no por los ciudadanos y ciudadanas de esta tierra que así se consideran. El único calificativo válido y vigente que puede tener nuestro nacionalismo es el de Canario.
Finalizo esta reflexión con otras palabras de Secundino donde decía aquello de "¡Cielos! ¡Este es el más bello país del mundo" (...) "¡Ah! ¡Imposible! El edén canario no puede seguir siendo un pudridero español (...) Al fijar mi planta en la tierra de los guanches, con lágrimas y abrazos fueron compensados mis dolores". Hoy el grito de Tanausú de Vacaguaré, quiero morir, lo giro diciendo, quiero vivir por y para la libertad de nuestra tierra.
Si Secundino levantara la cabeza lo más que rechazaría sería a los falsos nacionalistas de CC, que se han apropiado la canaridad y la bandera de las 7 estrellas verdes, no porque crean en ella, sino de forma electoralista y para intentar captar votos de otras ideologías, porque de la suya propia los están perdiendo a borbotones.
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