Intervención de Aureliano Francisco Santiago Castellano, en representación de Nueva Canarias - Telde, en el acto de homenaje con motivo del 145 aniversario del nacimiento de Secundino Delgado.
Secundino
Delgado, prócer de tus hijos Darwin y Lila, de tu familia, insigne de los
canarios, me dirijo a ti una vez más, en esta tu humilde morada teldense, y a
todos los que aquí nos congregamos, porque el imaginario canario se resiste a
olvidarse, porque dejarte entre renglones es para nuestro pueblo, para nuestro
país, para nuestra nación perderse, por ello y por quinta vez, te visitamos,
nos visitamos.
Hoy,
no te traigo buenas noticias, y me pesa, pues fui regidor y aunque sigo en la
pelea de tu maravillosa quimera, no puedo más que decirte, que estos momentos
que nos están tocando vivir son tiempos tuyos, muy alejados de tus sueños, hoy
estamos en una nueva Restauración Política, una Restauración Política que imita
a aquella que persiguió y trunco un maravilloso proyecto de vida personal y
social, el tuyo.
Si,
Secundino, te tengo que comunicar que el tiempo de hoy se emponzoña de nuevo de
reacción conservadora, la reconcentración de Weyler se reencarna ahora en la
recentralización de Rajoy, las aglomeraciones de campesinos en poblados
cercados, en la idea de matar la libertad, es hoy, ahora, los recortes a la
sociedad y al espíritu de la diferencia que tiene a las mujeres y a los hombres
en toda su complejidad como eje de sus acciones.
La
misma hambruna, las mismas enfermedades, las mismas condiciones de salubridad,
el mismo analfabetismo, la misma intención de diezmar la población, el mismo
futuro de mortandad, que combatiste, nos lo quieren imponer ahora este
neocolonialismo conservador, y
como si de una pesadilla se tratase, tantos años de lucha y sufrimiento de
nuestro pueblo se desvanecen ante tanta cerrazón y oscurantismo. Pero no
sientas desamparo, como manifestaste en el número 2 de El Guanche “toca
esgrimir los derechos, y ante quien lo quiere robar, rebelarse, pues ese
derecho solo le corresponde al pueblo”.
Como te he dicho son fechas
señaladas de reacción política, que nos cogen con el paso cambiado en lo
social, pues hemos dormido sobre la creencia de que no peligraban los derechos
que tanto sudor y sangre ha costado a nuestras gentes, y en lo político, pues,
todavía no hemos superado el discurso de la discordia entre islas y de entre
todos aquellos que amamos a esta tierra; pero, también te tengo que decir, que
los nacionalistas de hoy sabemos que tenemos el deber de rebelarnos de no
admitir ni un solo paso más hacia atrás, y es más, tenemos la obligación de
armarnos ideológicamente y no tan solo
demandar el peso de lo social frente a este individualismo depredador que nos
quieren imponer, sino de reivindicar con más fuerza que nunca, que nuestra
nación canaria no es un cromo de intercambio de la oligarquía española y
europea.
Sé que me contestarías, con esa
energía tuya que trasciende los tiempos, que mejor sería, pues de no ser así, de
no posicionarnos poderosamente frente a tanta ignominia, de no desmontar esta
gran mentira conservadora, de no esgrimir que hay otra alternativa para nuestra
nación canaria, ninguno de los que estamos aquí, de todos los que componen la
familia del nacionalismo canario, podremos ya mirar a la cara a nuestro pueblo.
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